El momento de la venta de los chopos y tratamiento fiscal

La populicultura ha sabido adaptarse de forma rápida al devenir de los mercados, de tal forma que la venta hoy en día es un proceso abierto y sencillo.

El método de venta más habitual que existe es el que se realiza por negociación directa, en el que el propietario de la chopera se pone en contacto con uno o varios posibles compradores, comparando las ofertas obtenidas y vendiendo al mejor postor.

Previo a este proceso, el vendedor debería realizar por su cuenta una valoración previa de las existencias de la chopera, tales como número de árboles de cada diámetro, tipo de poda, así como otros factores que van a influir de forma clara en la calidad de la madera. Todo ello también afectará al precio de referencia a partir del cual se podrá acordar la venta de los árboles. Además, habrá de acordarse el plazo de corta y las condiciones de eliminación de restos, para poder planificar la nueva plantación si fuera preciso. 

Después de valorar todas las ofertas obtenidas por las distintas empresas maderistas, nos decantaremos por aquella que nos garantice tanto el cobro de la madera -que debería ser previo a la corta de la misma para evitar posibles disgustos-, como el cumplimiento del resto de condiciones tratadas respecto a los plazos de corta y eliminación de restos. Además, se deberá cumplir con toda la normativa relativa a Prevención de Riesgos Laborales y demás requisitos que puedan comprometer la seguridad de la operación de corta del arbolado.

Otro método de venta es la subasta, más extendido para el caso de Administraciones Públicas, en el que se aceptan por parte de los licitantes unas condiciones referentes al aprovechamiento del lote de madera reflejadas previamente en un pliego, y en la que las empresas realizan sus respectivas ofertas a “sobre cerrado” para ser adjudicada a la mayor de éstas. 

Hay que tener en cuenta también que para la corta del arbolado serán necesarios una serie de permisos de corta dependiendo de la ubicación de la parcela, y que pueden afectar a distintos organismos con capacidad para legislar en esta materia. Es el caso del Servicio Territorial de Medio Ambiente, o la Confederación Hidrográfica de la cuenca en la que esté nuestra chopera, si ésta se encuentra a menos de 100 metros del cauce.