Garnica se compromete a reducir su huella de carbono
Leer el artículo destacadoTodos los centros productivos de la compañía en España cuentan con el registro que gestiona la Oficina Española del Cambio Climático, al que este año se ha incorporado Llodio.
Garnica cuenta ya en todas sus plantas con el registro de la huella de carbono gestionado por la Oficina Española del Cambio Climático, entidad dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Se trata de un registro de carácter voluntario que fomenta la reducción de emisiones de efecto invernadero y que promueve los proyectos que mejoren la capacidad de sumidero de España.
Garnica comenzó a participar en este proyecto hace 5 años y ha ido dotando a todas sus plantas de este registro, al que se ha incorporado este año la planta de Llodio.
Pero, ¿qué es la huella de carbono de la que tanto oímos hablar cuando se tratan temas de sostenibilidad? Es un indicador ambiental que refleja la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por un individuo, organización o producto. Este indicador se mide en masa de CO2 equivalente. Una vez conocida la huella se establece una estrategia para reducir o compensar las emisiones. Y esto es lo que está haciendo Garnica con este programa.
Las emisiones pueden ser directas o indirectas. Las primeras son las provenientes de la combustión en calderas, hornos, desplazamientos en vehículos propios o ajenos con combustible a cargo de la empresa, así como las emisiones derivadas de fugas en el aire acondicionado o en los conductos. En estas emisiones se incluye el consumo de combustibles fósiles en las instalaciones; como gas natural, gasoil, etc. o la utilización de biomasa, la refrigeración y climatización, entre otros.
Las emisiones indirectas, por su parte, son las derivadas de la generación de electricidad consumida por la empresa, tanto del consumo eléctrico como de instalaciones de energía renovable. También se consideran indirectas las generadas por la extracción de materiales (por ejemplo las tareas de tala de chopos), los viajes de trabajo en transportes públicos o la utilización de servicios prestados por terceros.
Con los datos que nos proporciona este registro, y tras estar cuatro años inscrito, Garnica puede conocer su huella de carbono y desarrollar proyectos de reducción, absorción y compensación. Además, hay otros aspectos obligatorios que hacen referencia a cuestiones técnicas y también es obligatorio comunicar la evolución del proyecto cada cinco años.