A menudo nos encontramos casos en los que unas veces el exceso de celo, y otras el desconocimiento hacen que los trabajos culturales, tanto de gradeos como de podas deriven en unos resultados peores de los esperados, suponiendo un gasto excesivo y totalmente innecesario.
Un exceso de poda reduce el crecimiento del chopo y provoca el rebrote de yemas durmientes (Brotes chupones).
Las podas han de hacerse sobre los 6 primeros metros del tronco y en los 5-6 primeros años de vida. El exceso de gradeos, además de un gasto absurdo, provoca una total ausencia de biodiversidad que no ayuda en nada a la imagen que un bosque cultivado debería tener. Una chopera no tiene por qué convertirse en un campo de cultivo permanente.
El gradeo ha de realizarse en los primeros 6-7 años de vida de la chopera para eliminar la vegetación competidora, pero a partir de esa edad se deben realizar cuando la presencia de dicha vegetación suponga un serio riesgo de incendio de la chopera.