Tratamiento fitosanitario de primavera para el control de barrenillos y defoliadores
Leer el artículo destacadoUna vez llegada la primavera, cuando nuestra plantación comienza a brotar, empieza el peligro de que aparezcan los defoliadores, insectos que se alimentan de las partes más suaves de las hojas de los árboles; y de los barrenillos, pequeños escarabajos que perforan el tronco o las ramas de los árboles para depositar sus huevos y que dificultan la circulación de la savia. Estas plagas pueden poner en aprietos el arranque de ciclo de nuestros chopos, sobre todo en sus dos primeros años de vida.
Por tanto, en esta etapa inicial de la primavera puede ser conveniente la realización de tratamientos fitosanitarios, ya que la posible aparición de estos brotes es mayor en esta primera etapa de vida de los chopos y podrían afectar a la guía terminal y, por tanto, a la rectitud de nuestro futuro árbol.
Uno de los métodos más eficaces para la realización de dichos tratamientos consiste en la aplicación de un insecticida sistémico junto con un abono foliar. El procedimiento más recomendado es pulverizar directamente sobre las hojas del árbol de una y dos primaveras; de este modo, tratamos de forma “preventiva” a nuestras choperas a la vez que les hacemos un abonado. Al aplicar un abono foliar podemos ahorrarnos el mojante, ya que dichos productos tienen propiedades impregnantes con compuestos azucarados que harían los mismos efectos que un mojante.
Fechas, medios necesarios y dosis recomendadas para el tratamiento
Para este año, tal y como está de retrasada la brotación, se podrían proponer unas fechas para este tratamiento (dependiendo de la altitud y el estado de la misma) que podrían oscilar entre el 1 y el 15 de mayo para un primer tratamiento, el cual podría repetirse tres semanas después.
Para realizar esta tarea lo mejor es utilizar un tractor equipado con atomizador o mochila pulverizadora, un equipamiento muy útil para prevenir este tipo de plagas en los chopos.
Las dosis de aplicación de los productos dependerá de las materias activas utilizadas y, por tanto, deberán ser siempre las recomendadas por cada casa comercial. La pulverización consiste en el fraccionamiento en gotas de un caldo, que es la mezcla del producto fitosanitario con un líquido (normalmente agua). El consumo de caldo estimado por cada chopo es de 0,5 litros, aproximadamente.